CREER,
CRÉDITO, CREDIBILIDAD, En estos tiempos
difíciles de crisis de valores, la credibilidad es uno de los activos más valiosos para las organizaciones y las
personas. La credibilidad se define como la característica de lo que es creíble
o aceptable; por tanto, de lo que nos creemos, de lo que tenemos por cierto, de
lo que nos merece confianza. De ahí el
crédito como reputación o confianza (con fe en alguien). Si tengo convicción,
confianza, puedo producir algo de la nada. Ejemplo la marca ESPAÑA, Existen
estudios que nos conducen a la conclusión de que la marca España está asociada
a componentes emocionales después del Mundial de Sudáfrica 2010 y está a la
altura de nuestras marcas con mayor renombre nacional e internacional. Por lo
tanto, el Campeonato del Mundo de Sudáfrica 2010 ha llevado la marca España a
unos niveles inusitados de asociación positiva, gracias al enorme éxito de
La Roja, la selección española de
fútbol, premio Príncipe de Asturias del Deporte 2010. Actualmente, este caso se
puede extrapolar a las «marcas» Mourinho y Guardiola, pues ellos son por sí
solos una marca reconocida y altamente
valorada. Frases como ésta de Mourinho, «He decidido construir un nuevo Madrid
desde cero», hacen que tenga autoridad en lo que hace, y todo el mundo crea en
ello. En la investigación «Análisis de
impacto mediático y reputación: Sudáfrica 2010» (un estudio en el que se
asignan las variables en función del rendimiento y los éxitos deportivos),
Mourinho es el entrenador con el mayor valor mediático del fútbol mundial en la
actualidad. Desbanca a Sir Alex Ferguson, del Manchester United. José Mourinho,
tras lograr un triplete con el Inter de Milán, y convertirse en el nuevo míster
del Madrid, cuenta con 38’9 puntos. En segunda posición le sigue Sir Alex
Ferguson con 30’7 puntos y en tercera, Pep Guardiola, con 23’8 puntos. Tenemos
en la Liga española a dos de los mejores
entrenadores del mundo, en términos de valor.
En un mundo globalizado, de alto desarrollo tecnológico e inter
conectado, la autoridad moral (la influencia, la credibilidad) es mucho más
valiosa que la autoridad formal (»los galones»). Mourinho y Guardiola, ¿hasta
qué punto tienen autoridad moral? Ambos se sienten muy seguros de lo que hacen
y lo que dicen. Esto se consigue cuando se tiene un nivel de conocimiento muy
alto de lo que se está haciendo, mucha confianza en uno mismo y cuando se
demuestra cada día con su trabajo la coherencia entre lo que se dice y lo que
se hace. Pero para ello se necesita cierto tiempo. ¡Cómo no va a tener Guardiola
autoridad moral con todo lo que ha realizado con el Barça, y sobre todo con el
sentimiento de pertenencia al club que demuestra día a día! Tiene orgullo, contagia sano orgullo. ¿Y Mourinho? Sus
títulos, esos 17 títulos en tres ligas distintas en ocho años, le avalan de
sobra. Se habla, en el caso de Mourinho, de un «gen ganador». Guardiolas y
Mourinlios en términos de credibilidad? La credibilidad se compone en realidad
de dos dimensiones principales: la capacidad de generar confianza (una variable
de actitud) y el grado de conocimiento
(una variable de aptitud). Y en ambas dimensiones existen componentes objetivos y subjetivos. ¿Estamos todos
preparados? Evidentemente, no. Por muchas razones. ¿Qué podríamos hacer para
elevar nuestra credibilidad? En primer lugar, atrevernos. La credibilidad se construye con valentía.
Cuando desconocemos en buena medida lo
que hacemos o no tenemos suficiente confianza en nosotros mismos, perdernos
oportunidades. Es posible que nos encontremos en situaciones favorables. La
valentía se reconoce corno la mayor de las virtudes, porque a menos que una
persona cuente con esta virtud no tendrá la seguridad de preservar ninguna
otra.» Samuel Johnson
ALIMENTANDO
LA CREDIBILIDAD... CRUZADA
Es
curioso que Mourinho haya alimentado la credibilidad de Pep Guardiola
y viceversa, Guardiola haya
elevado la credibilidad de Mourinho. En una entrevista realizada el 26 de
agosto para el periódico Marca, le preguntaban al entrenador portugués qué
opinaba de Guardiola. La respuesta de Mourinho fue la siguien te: «Es un
entrenador perfecto para el Barcelona. Cuando Laporta le puso ahí, lo hizo
bien. Roseil ha decidido renovarle y eso también está bien. Si yo fuera
presidente del Barça le daría 10 años. El Barça es su casa, es su cultura». Y
para que no quedaran dudas sobre si Guardiola sólo sirve para dirigir al club
de sus amores, le preguntaron a Mourinho: «Si fuera presidente de otro equipo,
lo ficharía?». La respuesta Lo ficharía porque me parece un gran entrenador, es
un gran líder, es un chico con personalidad,
en enero de 2008, en plena crisis de resultados el FC Barcelona Txiki
Beguiristain, como director deportivo de la entidad, y Marc Ingla, entonces
vicepresidente deportivo, se reunieron en Lisboa con José Mourinho, en ese momento
desempleado tras su salida del Chelsea. El Barça quería contar con un recambio
para Rijkaard ante la gravedad de la situación. Para evitar ser reconocidos, al
representante de Mourinho, Jorge Mendes, se le ocurrió que se vieran en la sala
de juntas de una entidad financiera lusa. En esa entrevista los dos dirigentes
azulgranas repasaron los nueve puntos del perfil de entrenador idóneo para la
casa que comentábamos en el libro Liderazgo Guardiola. Al parecer, Mourinho
sacó buena nota en todos, menos en la seis, el que tenía que ver con la
relación con los medios de comunicación y el respeto a los equipos rivales.
Mourinho tiene su propia filosofía al respecto (como pudo comprobarse después
en su etapa en el Inter de Milán y sus tormentosas relaciones con los medios) y
prefiere tanto atacar corno proteger a los jugadores sirviendo de pararrayos.
En sus primeros 100 días en el Real Madrid, vivió una «luna de miel» con la
prensa madrileña y un ataque en ocasiones despiadado de los medios catalanes.
Poco después, Mourinbo atacó a algunos medios con su opinión, sus deseos de
dirigir a la selección portuguesa durante dos partidos. Por su parte, Pep
Guardiola dijo en el comienzo de la temporada 2010-2011 sobre Mourinho y el
Real Madrid: «Es uno de los mejores entrenadores del mundo, si no el mejor, y
que venga a nuestra Liga es bueno. ¿Su carácter? Cada uno es como es». «Al Madrid el año pasado les ganarnos
por tres puntos y por detalles ellos también se merecieron la Liga. Me preocupa
ahora el hecho de pensar que somos de nuevo pequeñitos y que hay cosas para
mejorar, ya que ellos seguirán siendo competitivos. No sé si la cosa será cosa
de dos y seguro que habrá equipos en la lucha y seguirá siendo igual de
difícil. Estoy seguro de que los jugadores lo volverán a intentar y no tengo
miedo a cómo vengan del Mundial.» Sin rencor hacia el coach que le cerró el
paso a la final de la Champions en el Bernabéu. A Guardiola su fama le viene
desde los tiempos de capitán del FC Barcelona (el apéndice de Cruyff sobre el terreno
de juego). Aunque más del 75 % de los aficionados culés estaban en contra de
que dirigiera el primer equipo en 2008 (por su falta de experiencia), tras los
ocho títulos conseguidos (entre ellos, dos Ligas consecutivas, en sendas
victorias en el Bernabéu), todos le adoran. Guardiola es símbolo de los
auténticos valores del barcelonismo. Y ha construido un equipo
que, si no es mejor de la historia (para muchos lo es), está a la altura del
Ajax de Cruyff, el Liverpool de Kevin Keegan o el Milan de los holandeses. Sólo
Mourinho podría acabar con esta dinastía. «Mourinho es un técnico ganador. Con
una mentalidad gana dora, y en los valores del Madrid encuadraría muy bien.
Siempre dice lo que piensa. Eso consigue una buena relación y termina trayendo
buenos resultados
EL
PILAR DEL LIDERAZGO
Para
James Kouzes y Barry Posner, dos de los mayores expertos en liderazgo, la
credibilidad es fundamento del liderazgo. Lo dicen con conocimiento de causa,
tras haber analizado los perfiles de más de 15.000 directivos y de más de 400
casos de estudio por escrito. El liderazgo no depende de la posición, del
cargo, sino de la relación que generas con los demás. En sus palabras: El
liderazgo es personal. No es sobre la empresa, la comunidad o el país. Es sobre
ti. Si las personas no creen en un mensajero, no creerán en el mensaje. Si las
personas no creen en ti, no creerán en
lo que dices. Y como es sobre ti, tiene que ver con tus creencias, tus valores
y tus principios. Proponen seis disciplinas clave para fomentar la credibilidad:
•
Descubrirte a ti mismo. Tu propio credo (tus valores), tus competencias (para
lo que estás dotado, para lo que tienes talento) y tu propia confianza (hasta
qué punto eres seguro de ti mismo). A
través del modelaje, del aprendizaje, logramos la mejora continua.
•
Valorar a los miembros del equipo y su diversidad. La base es la empatía. La
capacidad de ponerte en el lugar del otro. Cuanta mayor sea nuestra capacidad
de entender a los de más (sus
percepciones, sus inquietudes, sus valores) y comprender por qué se comportan
así, mayor capacidad para trabajar juntos. Valorar realmente la diversidad, más
allá del discurso, es el mejor camino para construir la confianza de quienes
son diferentes. Lo consiguen a través de la retroalimentación y la apertura a
puntos de vista divergentes.
•
Afirmar los valores compartidos. Para generar relaciones productivas, es
imprescindible compartir ciertos valores. Una comunidad humana que coopera y
obtiene sinergias tiene muy claros sus propios valores, que son innegociables.
•
Desarrollar la propia capacidad. Los líderes creíbles no son monolíticos;
liberan su potencial. Son líderes que aprenden constantemente y que desarrollan
a sus colaboradores como líderes, de forma que el liderazgo está distribuido
por toda la organización, la credibilidad se basa en una auténtica pasión por
capacitar a los demás.
•
Servir a un propósito. Los líderes cuentan con un fin al que dirigirse y lo
transmiten a los miembros del equipo. Es liderazgo de servicio. A través de la
cercanía, de la atención constante y de la escucha, consiguen que los suyos
comprueben la coherencia entre el discurso y la acción.
•
Mantener la esperanza. A través del optimismo inteligente, de una comunicación certera, realista,
honesta, positiva. ESCUCHAR CON ATENCION Los líderes creíbles demuestran la
valentía antes mencionada e inspiran a través del ejemplo y de sus palabras
imágenes ilusionantes del futuro.
Guardiola y Mourinho son excelentes ejemplos de fomento de la propia
credibilidad: se conocen a sí mismos a la perfección, valoran a los integrantes
de sus equipos, comparten unos valores, liberan su potencial sirven a fines muy
concretos y mantienen la valentía es lo
que hace falta para levantarse esperanza a través de un optimismo inteligente.
El liderazgo efectivo no va de dar discursos y que te quieran; el liderazgo se
define por los resultados, no por los atributos. Peter Drucker.